Tips de microeconomía: Inflación, deflación y Covid 19
Hola a todos, aprovechando mi nueva etapa de estudiante - nuevamente de pregrado -, quiero compartir con Ustedes una interesante reflexión sobre los efectos que el Covid-19 están teniendo en la economía nacional, específicamente en cuanto al fenómeno de la inflación. Ello explicado, a partir del modelo conocido como diagrama de circuito económico.
El diagrama de circuito económico (o flujo circular de la economía) es un modelo creado por Quesnay en el s. XVIII que, de manera similar al flujo de sangre por el cuerpo humano, explica el movimiento de factores de producción, así como de bienes y servicios (flujo real) y de dinero (flujo nominal) dentro de una economía, suponiendo en este caso, una economía autárquica o cerrada, esto es, en la que no existen importaciones ni exportaciones (López, s.f.).
En este modelo, de un lado tenemos a las empresas (agentes de producción de bienes y servicios), y del otro lado, a las familias (consumidores, y oferentes de factores de producción: trabajo, tierra y capital). En el medio, el Estado, como regulador de la economía (quien, dependiendo de la visión liberal o intervencionista, aplica la doctrina del laissez faire laissez passer – dejar hacer, dejar pasar – o interviene activamente como regulador del mercado).
Como antes se señaló, en este modelo se desarrollan, de manera recíproca, dos contraflujos: (i) flujo real (factores de producción, bienes y servicios), y (ii) flujo nominal (dinero). Para la explicación siguiente, este concepto es muy importante pues, ya entrando a explicar el fenómeno de la inflación, se encuentra que ésta puede ocurrir por: (i) exceso de circulante frente a las necesidades de circulación; o (ii) lo que nos interesa, desequilibrio en las relaciones de demanda y oferta de bienes y servicios (Gómez, s.f.).
Ahora bien, la inflación, como variable macroeconómica, es el aumento del nivel general de precios de la economía. Al respecto, se tiene como principio general que los precios suben cuando el gobierno imprime demasiado dinero (Mankiw, 2002; 38 – 39).
De acuerdo con Rache & Blanco (2013; 150), ya se anunció, la inflación se puede entender desde el punto de vista de la circulación monetaria, y desde la producción de bienes y servicios. En el primer caso, la inflación surge como resultado de un exceso de circulante monetario frente a las necesidades de la circulación de bienes y servicios. En el segundo, por un exceso de demanda o insuficiencia de oferta, provocando en ambos casos (desequilibrio entre dinero circulante y producción; desequilibrio por exceso de demanda o por insuficiencia de oferta) un incremento generalizado de precios.
Particularmente en los países en desarrollo, el aumento de la inflación genera incertidumbre en los agentes económicos ante las expectativas de alzas de precios, buscando incrementos en los precios de los bienes y servicios que ofrecen, induciendo así una oleada alcista y desestimulando la actividad interna en la economía nacional (Banco de la República, s.f.).
Así las cosas, para explicar el problema desde la perspectiva (en todo caso, simplista, pues implica acudir a un modelo) del flujo circular de la economía, debemos recordar que la inflación se puede regular por dos vías: (i) política monetaria (intervención estatal) y (ii) cambios en las fuerzas de mercado de bienes y servicios.
En este último escenario es el que procede nuestra explicación, acudiendo a una situación que se está actualmente viviendo: la tendencia a la baja de la inflación en el mundo y en América Latina, como reflejo de la paralización de la economía (que afecta el flujo real de recursos, impactando recíprocamente el flujo nominal respectivo).
En efecto, ante la caída del consumo por efecto de las medidas de aislamiento obligatorio tomadas por el Gobierno Nacional para hacer frente a la pandemia del nuevo coronavirus COVID-19, la inflación en Colombia se redujo drásticamente. En abril de 2020 alcanzó el 0,16%, un tercio de la media histórica para ese mes; reduciendo la inflación anual desde el 3,86% en marzo hasta el 3,51% en abril, cuando la expectativa era del 3,68%.
Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística – DANE, la inflación de abril de 2020 se explica por el rubro de alimentos y bebidas no alcohólicas (aumentaron en 2,04%), y gasto en salud (aumentó 0,51%); igualmente por el aumento de precios en productos como arroz (inflación anual del 40%), huevos (inflación anual de casi el 10%), plátanos, lentejas, carne de res y pescado (cuya demanda aumentó tradicionalmente por la Semana Santa).
Sin embargo, el incremento inflacionario general por el alza en el precio de los alimentos (inflación anual del 8,23%) se compensó por medidas estatales como el control de precios de ciertos bienes y servicios (incluyendo arriendos), algunas medidas de alivio (reducción de precios de los combustibles, subsidios en servicios públicos, especialmente electricidad) y la disminución de impuestos indirectos (reducción del IVA a la telefonía celular, notablemente) y aranceles. Otros sectores tuvieron variaciones negativas: información y comunicaciones, transporte, recreación, cultura, prendas de vestir y calzado. Así se determinó en mayo de 2020 (Dinero, 2020).
Para julio de 2020, la inflación (1,97% anual), no solo se situó por debajo del piso previsto por el Banco de la República (entre 2 y 4%), sino que, además, es la más baja registrada desde julio de 2012 (1,84%). De hecho, en julio su variación fue del 0%, dato que no se veía desde agosto de 2005. Los grupos de gasto que tuvieron variaciones positivas (incrementos) en ese mes fueron (El Tiempo, 2020):
· Salud (0,56%, asociado a la mayor compra de antigripales, entre otros).
· Restaurantes y hoteles (0,56%, incidencia del servicio para llevar a domicilio).
· Transporte (0,25%).
· Bienes y servicios diversos (0,22%).
· Alojamiento, servicios públicos domiciliarios de electricidad, acueducto y alcantarillado (0,16%).
· Bebidas alcohólicas y tabaco (0,14%).
Mientras que los precios de muebles y artículos para el hogar, así como los de educación, sufrieron variación del 0%; y los siguientes rubros experimentaron una reducción (El Tiempo, 2020), generando una presión deflacionaria trascendente:
· Alimentos y bebidas no alcohólicas (que tienen un peso importante en el indicador de la inflación): -0,8%.
· Prendas de vestir y calzado (-0,09%).
· Información y comunicación (-0,02%).
Ahondando en las dinámicas (desde el sector real) que explican el fenómeno inflacionario en determinados productos, la inflación de los alimentos se explica por el abastecimiento inusual por parte de los hogares ante las medidas de aislamiento obligatorio. Otro factor importante (el aumento del precio del dólar), se contrarrestaron con la desaceleración de la economía: entre más prolongado el confinamiento, más fuerte debería ser la caída en la inflación (Dinero, 2020).
Eso refleja, desde la perspectiva del circuito económico (flujo real, de bienes y servicios), que los confinamientos obligatorios para controlar los picos de la pandemia llevaron a que varios productos no se pudieran producir, dada la alta conexión de las cadenas globales de valor, resultando en una menor oferta de los mismos y, por lo tanto, en un incremento de sus precios (reducción en la oferta). Frente a lo cual, la repentina parálisis del consumo (reducción en la demanda) generó una fuerte presión deflacionaria en otros sectores (ejemplo: la baja del consumo del combustible y del sector transporte, paquetes turísticos, servicios prestados en escenarios deportivos, etc. por efecto de las medidas de aislamiento).
El efecto deflacionario antedicho seguramente va a prevalecer, pues el confinamiento genera una contracción muy fuerte de la demanda que, junto con otros factores macroeconómicos, como la caída en los precios del petróleo y la congelación o ajuste de precios en arrendamientos y servicios públicos, además de las medidas tomadas por empresarios para reducir sus costos laborales (desde suspensión de contratos y reducciones de jornada y salarios, hasta despidos masivos) conllevarán a mayores reducciones de precios. Lo expuesto, frente a presiones alcistas en los precios de los alimentos y otros bienes afectados en su precio por el rompimiento de las cadenas de valor (Benavides, 2020; Valora Analitik, 2020; Nieves, 2020).
En resumen: tal como lo demuestra lo ocurrido por el COVID-19, un desequilibrio entre la oferta y la demanda puede generar un efecto inflacionario (alza de precios) o deflacionario (baja de precios), al afectar las curvas de oferta y demanda (aumenta la demanda, suben los precios; o suben los precios de los recursos para fabricar el producto). Frente a ello, el Estado toma medidas intervencionistas: concesión de subsidios, aumento o disminución artificial de precios, reducción o aumento de tasas de interés, tipo de cambio, aumento o reducción del gasto público, etc.
Así, lo que a nivel microeconómico inicia con un desequilibrio en la dinámica de la oferta y la demanda (para nuestro ejemplo, la contracción repentina de las economías, por cuenta de las medidas de aislamiento obligatorio para enfrentar la crisis sanitaria del COVID-19), se convierte en un asunto macroeconómico por el efecto de los agregados económicos (esto es, la suma del número de acciones y decisiones individuales tomadas por los distintos agentes económicos que intervienen en la vida económica de un país, Banco de la República, s.f.).
Referencias:
(s.f.) Agregados económicos. En Banco de la República. Recuperado de: https://enciclopedia.banrepcultural.org/index.php?title=Agregados_econ%C3%B3micos#:~:text=Cuando%20se%20habla%20de%20agregados,vida%20econ%C3%B3mica%20de%20un%20pa%C3%ADs.
(s.f.) ¿Qué es la inflación? En Banco de la República. Recuperado de: https://www.banrep.gov.co/es/contenidos/page/qu-inflaci-n
(2020, abril 4) Inflación: ¿inmune al coronavirus? En Dinero. Recuperado de: https://www.dinero.com/pais/articulo/como-afecta-el-coronavirus-la-infllacion/283879
(2020, mayo 5) Inflación baja por “efecto coronavirus”. En Dinero. Recuperado de: https://www.dinero.com/pais/articulo/impacto-del-coronavirus-en-la-inflacion/285990
(2020, agosto 6) La inflación en julio se situó como la más baja en seis años y medio. En El Tiempo. Recuperado de: https://www.eltiempo.com/economia/sectores/coronavirus-colombia-inflacion-de-julio-de-2020-fue-la-mas-baja-en-6-anos-por-pandemia-526408
Benavides (2020, abril 6). Inflación de marzo: la incertidumbre sobre la pandemia. En Forbes. Recuperado de: https://forbes.co/2020/04/06/economia-y-finanzas/inflacion-de-marzo-la-incertidumbre-sobre-la-pandemia/
Gómez, J. [Invertir Mejor] (2014, enero 29) Qué es inflación y deflación [Archivo de vídeo]. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=oMHRAioXLRo
López, J. (s.f.) Flujo circular de la renta. En Economipedia. Recuperado de: https://economipedia.com/definiciones/flujo-circular-de-la-renta.html
Mankiw, N. (2002). Principios de economía. Madrid, España: McGraw-Hill Interamericana de España S.A.U.
Nieves, V. (2020, abril 15) ¿Qué pasará con la inflación y los tipos de interés tras el coronavirus? Dos teorías con finales muy diferentes. En El Economista. Recuperado de: https://www.eleconomista.es/economia/noticias/10478842/04/20/Que-pasara-con-la-inflacion-y-los-tipos-de-interes-tras-el-coronavirus-Dos-teorias-con-finales-muy-diferentes.html
Rache, B. & Blanco, G. (2013). Microeconomía. Ideas fundamentales y talleres de aplicación. Bogotá, Colombia: Editorial Politécnico Grancolombiano.
[Valora Analitik] (2020, marzo 27) Banco de la República evalúa efecto de coronavirus en inflación, PIC y desempleo en Colombia. Recuperado de: https://www.valoraanalitik.com/2020/03/27/banco-de-la-rep%EF%BF%BDblica-eval%EF%BF%BDa-efecto-de-coronavirus-en-inflaci%EF%BF%BDn-pib-y-desempleo-de-colombia/
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