Conceptos de medicina aplicados al derecho: clasificación internacional de las enfermedades (uso de los códigos CIE - 10)

 

Hola a todos:

 

Volviendo de unas largas y merecidas vacaciones, voy a retomar mis publicaciones con un tema de carácter técnico (en el campo médico), que seguramente resultará de interés para los abogados especialistas en derecho laboral y de la seguridad social, para poder explicar ante los operadores judiciales, la naturaleza de las patologías de clientes que, para los casos que normalmente manejo, piden, bien sea, mediante acción de tutela o proceso ordinario ante la jurisdicción laboral, el reintegro por situación de discapacidad, o la discusión relativa a una pensión de invalidez.

 

La CIE – 10 (o ICD – 10 en inglés) es la Clasificación Internacional de Enfermedades (10ª edición), elaborada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), para permitir el registro sistemático, análisis, interpretación y comparación de los datos de mortalidad y de morbilidad; clasificando y codificando las diferentes enfermedades, con sus signos, síntomas, hallazgos anormales, etc., básicamente para fines estadísticos (Estrucplan, 2011).

 

Se trata entonces, del estándar internacional para la generación de estadísticas de morbilidad y de mortalidad, publicada por la OMS, aunque varios países utilizan la CIE – 10 CM, que corresponde a una clasificación de morbilidad editada por EEUU para la clasificación de diagnósticos y motivos de contacto en las modalidades de asistencia sanitaria (Red Latinoamericana y del Caribe para el fortalecimiento de los Sistemas de Salud - RELACSIS - OPS - OMS, 2018)

 

Dicho de paso, aclaremos que es morbilidad y mortalidad, como indicadores de salud. Morbilidad es el índice de personas que padecen una enfermedad en una región y periodo determinado (toda desviación subjetiva u objetiva de un estado de bienestar, según definición de la OMS). Mortalidad es el número de defunciones, también en una población y tiempo determinados.

 

Los datos de mortalidad se usan para cuantificar los problemas de salud, y para monitorear prioridades o metas en salud, mientras los indicadores de morbilidad tienen la finalidad de medir la ocurrencia de enfermedades, lesiones e incapacidades en las poblaciones; expresados ambos indicadores en términos de tasas de incidencia (número de casos nuevos de una enfermedad u otra condición de salud, dividido por la población en riesgo de la enfermedad, o población expuesta, en un lugar específico y durante un periodo específico) o prevalencia (número de casos existentes de una enfermedad u otro evento de salud, dividido por el número de personas de una población en un periodo específico) (Organización Panamericana de la Salud - OPS & Organización Mundial de la Salud - OMS, 2018).

 

A nivel mundial, el CIE – 10 es la clasificación de referencia para la notificación de causas de defunción, sin perjuicio de la adopción de modificaciones clínicas de la misma por diferentes países (como lo visto con EEUU). El listado tiene su origen histórico en la “Lista de Causas de Muerte” realizada inicialmente por el Instituto Internacional de Estadística en 1893, y adoptada por la OMS en 1948 (6ª edición), incluyendo causas de morbilidad. El 18 de junio de 2018, se publicó una nueva edición del CIE para reemplazar la versión 10ª, vigente desde 1992. Esta versión (11ª) entrará en vigor en 2022.

 

En las adaptaciones clínicas de la CIE, cada afección se asigna a una categoría (que incluye otro tipo de enfermedades similares) y recibe un código alfanumérico de hasta 7 caracteres desagregación (sobre una estructura básica, en la CIE – 10, a nivel de cada categoría de 3 dígitos), lo que permite una mayor especificidad en la codificación clínica. En la CIE – 10 CM (que se usa solamente para morbilidad), se identifican un diagnóstico principal, los diagnósticos secundarios y los procedimientos realizados durante un episodio asistencial. Esta información es similar o análoga a la afección principal y las otras afecciones, que aparecen en la CIE – 10.

 

Para lo que nos incumbe, la “afección principal” (CIE – 10) es la afección diagnosticada al final del proceso de salud como la causante primaria de la necesidad de tratamiento o investigación que tuvo el paciente. Aclarando que, si hay más de una afección así caracterizada, debe seleccionarse la que se considera causante del mayor uso de recursos. Y que, si no se hizo ningún diagnóstico, debe seleccionarse el síntoma principal, hallazgo anormal o problema más importante como afección principal. Por “otras afecciones”, se entienden aquellas afecciones o problemas (que fueron atendidos durante el episodio de atención de la salud) que coexistieron o se desarrollaron durante el episodio de atención y afectaron el tratamiento del paciente, aclarando que las afecciones que hayan afectado anteriormente al paciente pero que no inciden en el episodio actual no se deben registrar (Red Latinoamericana y del Caribe para el fortalecimiento de los Sistemas de Salud - RELACSIS - OPS - OMS, 2018).

 

El CIE – 10 consta de tres volúmenes: Volumen 1 (contiene las clasificaciones principales), Volumen 2 (orientaciones a los usuarios de la CIE 10), y Volumen 3 (índice alfabético de la clasificación). Los capítulos se refieren a familias de enfermedades que agrupan, como arriba se indicó, las categorías por códigos alfanuméricos de 3 dígitos, siendo el primero una letra y los otros dos números, desde el A00 al Z99. Se excluye la letra U, pues los códigos U00 a U49 están destinados para la asignación provisional de nuevas enfermedades de etiología incierta. Los códigos U50 a U99 se utilizan para investigación.

 

En la CIE – 10, cada trastorno se acompaña de la descripción de sus características clínicas principales, así como de las características secundarias que, aunque menos específicas, sean relevantes. Normalmente indicando el número y los síntomas específicos que suelen requerirse para su diagnóstico.

 

De esta manera, la descripción clínica y pautas para el diagnóstico contenidas en la CIE – 10 brindan un esquema normalizado que pueda ilustrar a un tercero (para nuestro caso, un operador judicial) sobre la identificación y características de la respectiva afección objeto de análisis.

 

Veámoslo con un ejemplo práctico:

 

Supongamos que tenemos un paciente que fue despedido en situación de discapacidad. En la demanda judicial correspondiente, se necesita explicarle al juez cuál es la naturaleza y relevancia de la afección o enfermedad. Para nuestro caso, el demandante afirma padecer lumbalgia y afecciones relacionadas que se evidencian en la documentación de su historia clínica, con ejemplos como los siguientes:

 

Certificado de licencias o incapacidades, No. (XXXX). (XXXX) E.P.S., otorgada por 3 días, del (XXXX). Código DX CIE10: M545 (Lumbago no especificado). Oficina o IPS de expedición: I.P.S. (XXXX). Fecha de expedición: (XXXX).

 

Historia Clínica de urgencias, I.P.S. (XXXX), Documento / Historia (XXXX), de fecha: (XXXX).

 

En la cual se señala:

 

Examen Físico: “MIEMBROS: EXTREMIDADES SIMÉTRICAS, EUTRÓFICAS, MÓVILES, SIN EDEMAS, LLENADO CAPILAR NORMAL, DOLOR A LA PALPACIÓN DE MUSCULATURA PARAVERTEBRAL, LUMBAR, SIGNOS DE LASEGUE POSITIVO BILATERAL Y BRAGARD NEGATIVOS.”

 

Análisis: “PACIENTE MASCULINO DE (XXXX) AÑOS CON CUADRO DE DOLOR LUMBAR EXACERBADO HACE 24 HORAS. TIENE ANTECEDENTE DE RADICULOPATÍA, EN MANEJO POR FISIATRÍA, A QUIEN REALIZARON BLOQUEO NEUROMUSCULAR PARA CONTROL DEL DOLOR. EN EL MOMENTO PERSISTE ÁLGICO, SIN LIMITACIÓN PARA LA MARCHA. AL EXAMEN FÍSICO SE ENCUENTRA EN BUEN ESTADO GENERAL, ÁLGICO, HEMO DINÁMICAMENTE ESTABLE, SIN SRIS, SIN DIFICULTAD RESPIRATORIA, CON SIGNOS VITALES NORMALES. TIENE DOLOR A LA PALPACIÓN DE MUSCULATURA PARAVERTEBRAL, LUMBAR, SIGNOS DE LASEGUE POSITIVO BILATERAL Y BRAGARD NEGATIVOS. SIN OTROS HALLAZGOS. CONSIDERO PACIENTE CON LUMBAGO CON RADICULOPATÍA, SOLICITO VALORACIÓN POR FISIATRÍA PARA ESTABLECER CONDUCTA DEFINITIVA. SE EXPLICA CONDUCTA A PACIENTE, QUIEN ENTIENDE Y ACEPTA.”

 

Problemas: “LUMBAGO, ANTECEDENTE DE RADICULOPATÍA.”

 

Metas: “VALORACIÓN POR FISIATRÍA.” Impresión diagnóstica, Código CIE – 10: “M511. RADICULOPATÍA. PRESUNTIVO.”

 

Análisis: “PACIENTE DE (XXXX) AÑOS, QUIEN TRABAJA COMO (XXXX) EN (XXXX). ACUDE A URGENCIAS POR DOLOR EN LOS TALONES HACE 2 MESES, QUE SE HA INCREMENTADO EN LOS ÚLTIMOS 8 DÍAS, CON LIMITACIÓN PARA LA MARCHA Y PARA BÍPEDO PROLONGADO. ADEMÁS, REFIERE DE 3 MESES, DOLOR LUMBAR CRÓNICO MODERADO DESDE MARZO / (XXXX). LUEGO DE REALIZAR MOVIMIENTOS REPETITIVOS (XXXX), CON SENSACIÓN DE DISESTESIAS Y PARESTESIAS EN LAS PIERNAS DE CARÁCTER PERMANENTE. HA SIDO VALORADO POR FISIATRÍA EN VARIAS OPORTUNIDADES EN ÚLTIMOS MESES, POR LOS MISMOS SÍNTOMAS. ÚLTIMA VALORACIÓN EL (XXXX). RX COLUMNA LUMBOSACRA (XXXX). ESCOLIOSIS VÉRTICE IZQUIERDO T12 – L1. DISMINUCIÓN ESPACIOS IV L5 S1. LE REALIZAN BLOQUEOS MIONEURALES EN FISIATRÍA HACE 1 MES. LE SOLICITARON RESONANCIA NUCLEAR MAGNÉTICA SIMPLE COLUMNA LUMBOSACRA (XXXX). ACTITUD ESCOLIÓTICA LUMBAR IZQUIERDA. LIGERO ABOMBAMIENTO DISCAL L4 L5, CONTACTA EN FORMA DISCRETA PORCIÓN ANTERIOR DEL SACO DURAL, SIN REDUCCIÓN DE LOS FORÁMENES INTERVERTEBRALES, RESTO DE DISCOS SIN PROTRUSIONES FOCALES O DIFUSAS.”

 

Problemas: “DOLOR CRÓNICO MIEMBROS INFERIORES, TALALGIA BILATERAL POR ENTESOPATÍA CALCÁNEO BILATERAL. LUMBALGIA CRÓNICA POR ABOMBAMIENTO DISCAL L4 L5. ESPONDILOARTROSIS FACETARIA L3L4 L5 L5S1. OBESIDAD.”

 

Metas: “CONTROL DEL DOLOR. RECUPERAR FUNCIONALIDAD.”

 

Plan terapéutico: “SE SOLICITA TOMAR AMBULATORIAMENTE ESTUDIOS DE NEURO CONDUCCIÓN Y ELECTROMIOGRAFÍA. REFLEJO H DE MIEMBROS INFERIORES PARA DESCARTAR COMPROMISO RADICULAR L5 S1. SE SOLICITA TERAPIA FÍSICA # 10 Y SE BRINDA MANEJO ANALGÉSICO CON ACETAMINOFÉN TAB. 500 MG TOMAR 1 TABLETA CADA 8 HORAS. TRAMADOL EN GOTAS TOMAR 15 GOTAS CADA 12 HORAS SI DOLOR SEVERO, SE PRESCRIBEN PLANTILLAS TALONERAS. VALORACIÓN POR NEUROCIRUGÍA Y SALUD OCUPACIONAL; SE BRINDAN RECOMENDACIONES Y SIGNOS DE ALARMA, DIETA REDUCTIVA, HIGIENE DE COLUMNA Y POSTURAL. SE CIERRA INTERCONSULTA DE FISIATRÍA. SALIDA POR FISIATRÍA. CITA CONTROL CONSULTA FISIATRÍA POR CONSULTA EXTERNA CON RESULTADOS.”

 

Historia Clínica de urgencias, I.P.S. (XXXX), Documento / Historia (XXXX), de fecha: (XXXX).

 

En la cual se señala:

 

Examen físico:

 

Músculo – Esquelético: “DOLOR A LA PALPACIÓN EN MASA MUSCULAR PARAVERTEBRAL. EN REGIÓN LUMBAR.” NEUROLÓGICO: “SIN DÉFICIT NEUROLÓGICO. LASEGUE Y BRAGAT DUDOSOS.”

 

Análisis: “PACIENTE CON ANTECEDENTES DE RADICULOPATÍA EN MANEJO POR FISIATRÍA Y NEUROCIRUGÍA, QUIEN CONSULTA POR CUADRO CLÍNICO DE 4 MESES DE EVOLUCIÓN CONSISTENTE EN DOLOR LUMBAR QUE SE IRRADIA A MIEMBRO INFERIOR IZQUIERDO, LOS CUALES EN LOS ÚLTIMOS DÍAS SE HAN EXACERBADO POR LO CUAL CONSULTA ESTABEL SIN SIGNOS DE DIFICULTAD RESPIRATORIA. CON METRASI NEURONALES SIN LIMITACIÓN FUNCIONAL. CONSIDERO MANEJO ANALGÉSICO SEGÚN EVOLUCIÓN SE DEFINIRÁ CONDUCTA. SE EXPLICA REFIERE ENTENDER Y ACEPTAR.”

 

Diagnóstico secundario: “LUMBAGO NO ESPECIFICADO. CÓDIGO CIE10: M545.”

 

Se expide Incapacidad por 4 días, del 8 al 11 de julio de (XXXX).

 

 

Historia Clínica, I.P.S. (XXXX), Documento / Historia (XXXX), de fecha: (XXXX).

 

En la cual se señala:

 

Motivo de Consulta: “COLUMNA”.

 

Enfermedad actual: “REFIERE EL PACIENTE PRESENTAR DE DOLOR LUMBAR QUE SE IRRADIA MII HASTA LOS DEDOS, Y OCASIONALMENTE MS IS, Y DOLOR EN AMBAS PLANTAS DE LOS PIES, MANEJADO CON TRAMADOL, Y AINES, TERAPIA FÍSICA SIN MEJORÍA DE 4 MESES DE EVOLUCIÓN, IRM DE COLUMNA LUMBAR PROTUSIÓN CENTRAL IZQUIERDA DE L4 – L5.”

 

Diagnóstico principal: “TRASTORNO DE DISCO LUMBAR Y OTROS, CON RADICULOPATÍA. CÓDIGO CIE10: M511. TIPO DE DIAGNÓSTICO: CONFIRMADO REPETIDO.”

 

Plan de manejo: “CONTROL 1 MES, SE PROPONE CIRUGÍA.”

 

 

Historia Clínica, I.P.S. (XXXX), Documento / Historia (XXXX), de fecha: (XXXX).

 

En la cual se señala:

 

Diagnóstico principal: “COMPRESIONES DE LAS RAÍCES Y PLEXOS NERVIOSOS EN TRASTORNOS DE LOS DISCOS INTERVERTEBRALES (M50 – M51+). CÓDIGO CIE10: G551.”

 

Diagnóstico secundario: “Lumbago con ciática. Código CIE10: M544.”

 

Anamnesis:

 

Motivo de consulta: “DOLOR DE CINTURA”.

 

 

Historia Clínica, I.P.S. (XXXX), Documento / Historia (XXXX), de fecha: (XXXX).

 

En la cual se señala:

 

Anamnesis: Motivo de consulta: “DOLOR DE PIES”. Enfermedad actual: “HACE 15 DÍAS PRESENTA DOLOR DE PIES, EN TALONES, QUE SE INTENSIFICÓ EN ÚLTIMA SEMANA, CONSULTA URGENCIAS, MUESTRA RX, DONDE SE OBSERVAN ESPOLONES CALCÁNEOS, FORMULAN MEDICACIONES DE TIAMINA, ACETAMINOFÉN E IBUPROFENO, ESCASA MEJORÍA, DIERON INCAPACIDAD 3 DÍAS, HOY FUE A TRABAJAR Y PRESENTA DOLOR INTENSO AL CAMINAR. DIERON ORDEN DE CONSULTA DE ORTOPEDIA, PERO SALIÓ PARA TUNJA Y NO HAY AGENDA, REQUIERE NUEVA ORDEN PARA DUITAMA. ESTÁ EN MAJEÑO CON FISIATRÍA POR DISCOPATÍA LUMBAR, TAMBIÉN PRESENTA DOLOR EN ESTA REGIÓN, TIENE FORMULADO TRAMADOR, ESCASA MEJORÍA.” Escala del dolor: “DOLOR MUY FUERTE.”

 

Certificado de licencias o incapacidades, No. (XXXX). (XXXX) E.P.S., otorgada por 3 días, (XXXX). Código DX CIE10: M773 (Espolón calcáneo). Oficina o IPS de expedición: (XXXX). Fecha de expedición: (XXXX).

 

Historia Clínica de Urgencias, I.P.S. (XXXX), Documento / Historia (XXXX), de fecha (XXXX).

 

En la cual se lee:

 

Análisis: “Paciente quien presenta dolor lumbar. Tiene antecedentes de abombamiento (…) compresivo L4 L5, espondiloartrosis facetaria L3L4 L4L5 L5S1. Lumbalgia crónica (..) Talalgia bilateral estuiod. Actualmente con signos de radiculopatía. (…) Se recomienda control urgente y prioritario con neurocirugía y fisiatría (…) Tratamiento definitivo. Signos de alarma para regresar a urgencias.”

 

Problemas: “DOLOR LUMBAR – RADICULOPATÍA”.

 

Plan de manejo – Indicaciones a paciente. Observación: Control médico en consulta prioritaria de neurocirugía y fisiatría. Diagnóstico: M545.

 

Nótese, para nuestro paciente hipotético, que tanto en las certificaciones de incapacidades como en el reporte de cada evento en su historia clínica (aquí, hipotética), aparecen los Códigos CIE – 10.

 

Al revisar dichos códigos en la clasificación (hay buscadores en internet, como el siguiente: https://cpockets.com/cie10) se encuentra la presencia de los siguientes diagnósticos:

 

Código CIE10

Descripción

M545

Lumbago no especificado

M511

Trastornos de disco lumbar y otros, con radiculopatía

M544

Lumbago con ciática

M541

Radiculopatía

G551

Compresión de las raíces y plexos nerviosos en trastornos de los discos intervertebrales

M773

Espolón calcáneo

K800

Cálculo de la vesícula biliar con colecistitis aguda

J039

Amigdalitis aguda, no especificada

J980

Enfermedades de la tráquea y de los bronquios, no clasificadas en otra parte

U071

Enfermedad respiratoria aguda debido al nuevo coronavirus SARS – COV – 2

 

Que me permiten generar, por ejemplo, un cuadro resumen de las incapacidades reconocidas al demandante, presentadas a continuación en nuestro caso hipotético:

 

Días de incapacidad

Fecha inicio

Fecha final

Rad.

Entidad otorgante

Patología

3

(XX/XX/XXXX)

(XX/XX/XXXX)

(XXXX)

(XXXX) E.P.S.

M545

3

(XX/XX/XXXX)

(XX/XX/XXXX)

(XXXX)

(XXXX) E.P.S.

M545

2

(XX/XX/XXXX)

(XX/XX/XXXX)

(XXXX)

(XXXX) E.P.S.

M511

10

(XX/XX/XXXX)

(XX/XX/XXXX)

(XXXX)

(XXXX) E.P.S.

M544

2

(XX/XX/XXXX)

(XX/XX/XXXX)

(XXXX)

(XXXX) E.P.S.

M545

3

(XX/XX/XXXX)

(XX/XX/XXXX)

(XXXX)

(XXXX) E.P.S.

M511

2

(XX/XX/XXXX)

(XX/XX/XXXX)

(XXXX)

(XXXX) E.P.S.

M511

5

(XX/XX/XXXX)

(XX/XX/XXXX)

(XXXX)

(XXXX) E.P.S.

M511

6

(XX/XX/XXXX)

(XX/XX/XXXX)

(XXXX)

(XXXX) E.P.S.

M541

1

(XX/XX/XXXX)

(XX/XX/XXXX)

(XXXX)

(XXXX) E.P.S.

M545

5

(XX/XX/XXXX)

(XX/XX/XXXX)

(XXXX)

(XXXX) E.P.S.

G551

3

(XX/XX/XXXX)

(XX/XX/XXXX)

(XXXX)

(XXXX) E.P.S.

M773

3

(XX/XX/XXXX)

(XX/XX/XXXX)

(XXXX)

(XXXX) E.P.S.

M545

2

(XX/XX/XXXX)

(XX/XX/XXXX)

(XXXX)

(XXXX) E.P.S.

K800

5

(XX/XX/XXXX)

(XX/XX/XXXX)

(XXXX)

(XXXX) E.P.S.

M511

3

(XX/XX/XXXX)

(XX/XX/XXXX)

(XXXX)

(XXXX) E.P.S.

M511

11

(XX/XX/XXXX)

(XX/XX/XXXX)

(XXXX)

(XXXX) E.P.S.

M511

5

(XX/XX/XXXX)

(XX/XX/XXXX)

(XXXX)

(XXXX) E.P.S.

M511

3

(XX/XX/XXXX)

(XX/XX/XXXX)

(XXXX)

(XXXX) E.P.S.

J039

2

(XX/XX/XXXX)

(XX/XX/XXXX)

(XXXX)

(XXXX) E.P.S.

J039

10

(XX/XX/XXXX)

(XX/XX/XXXX)

(XXXX)

(XXXX) E.P.S.

K800

6

(XX/XX/XXXX)

(XX/XX/XXXX)

(XXXX)

(XXXX) E.P.S.

M511

5

(XX/XX/XXXX)

(XX/XX/XXXX)

(XXXX)

(XXXX) E.P.S.

M544

4

(XX/XX/XXXX)

(XX/XX/XXXX)

(XXXX)

(XXXX) E.P.S.

M544

3

(XX/XX/XXXX)

(XX/XX/XXXX)

(XXXX)

(XXXX) E.P.S.

M541

10

(XX/XX/XXXX)

(XX/XX/XXXX)

(XXXX)

(XXXX) E.P.S.

J980

6

(XX/XX/XXXX)

(XX/XX/XXXX)

(XXXX)

(XXXX) E.P.S.

U071

3

(XX/XX/XXXX)

(XX/XX/XXXX)

(XXXX)

(XXXX) E.P.S.

M545

10

(XX/XX/XXXX)

(XX/XX/XXXX)

(XXXX)

(XXXX) E.P.S.

M511

 

Con lo cual puedo demostrar que, por ejemplo, de un total de ciento treinta y seis (136) incapacidades reconocidas a favor del demandante, durante un periodo determinado de tiempo; un total de ciento seis (106) incapacidades fueron otorgadas con base en patologías identificadas con los siguientes Códigos CIE10: M545 (Lumbago no especificado); M511 (Trastornos de disco lumbar y otros, con radiculopatía); M544 (Lumbago con ciática); M541 (Radiculopatía); G551 (Compresión de las raíces y plexos nerviosos en trastornos de los discos intervertebrales); y M773 (Espolón calcáneo).

 

Que las ciento seis (106) incapacidades que fueron reconocidas a favor del demandante, por patologías identificadas bajo los Códigos CIE10: M545, M511, M544, M541, G551 y M773; equivalen porcentualmente al ochenta y cuatro, coma doce por ciento (84,12%) del ciento por ciento (100%) total de incapacidades otorgadas, esto es, frente a un total de ciento treinta y seis (136) incapacidades, reconocidas durante el periodo específico de tiempo correspondiente.

 

Y, por supuesto, sugerir, si digamos, el periodo de tiempo fue de dos años; que la enfermedad pasó, de una fase aguda a una fase crónica, advirtiendo el número y periodicidad de las incapacidades, así como la prevalencia de ciertos diagnósticos (precisamente, identificados con los códigos mencionados).

 

Recuérdese que una enfermedad crónica es toda aquella dolencia no contagiosa que tiene una progresión lenta y larga duración, según definición de la OMS. La diferencia entre enfermedad crónica y enfermedad aguda es que la enfermedad aguda surge de repente y desaparece en un tiempo generalmente corto, mientras que la enfermedad crónica va a perdurar por tiempo indefinido. Por lo cual, no se distinguen por la gravedad, sino por su tiempo de evolución. Figurando dentro de las afecciones crónicas (junto con las más prevalentes, las patologías cardíacas, el cáncer, las enfermedades respiratorias y la diabetes; u otras en auge como la depresión y la ansiedad), el dolor crónico como uno de los motivos más frecuentes de absentismo laboral, desempleo y empeoramiento de la calidad del paciente (Pfizer, 2019).

 

Ya de resto, es describir las distintas enfermedades o afecciones (acudiendo a la literatura científica más relevante), para poder ilustrar al operador judicial sobre la naturaleza y consecuencias de los síntomas y efectos en el paciente. Recordando la definición (vigente desde 1948) de salud, por la OMS: estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades. Y la de enfermedad, por la misma OMS: alteración o desviación del estado fisiológico en una o varias partes del cuerpo, por causas en general conocidas, manifestadas por síntomas y signos característicos, y cuya evolución es más o menos previsible (Herrero, 2016).

 

Para nuestro ejemplo (paciente con lumbalgia crónica y afecciones asociadas):

 

El dolor lumbar se define como un síndrome musculoesquelético o conjunto de síntomas cuyo principal síntoma (de diagnóstico por lo demás, muy claro por lo específico) es la presencia de dolor focalizado en el segmento final de la columna vertebral (zona lumbar), en el área comprendida entre la reja costal inferior y la región sacra, y que en ocasiones puede comprometer la región glútea, provocando disminución funcional. (Casaco & Moix, J., 2008)

 

En función del tiempo de evolución, se distinguen tres tipos de dolor lumbar: (a) lumbalgia aguda (dolor lumbar de menos de 6 semanas de evolución); (b) lumbalgia subaguda (el dolor lumbar se mantiene entre 6 y 12 semanas); y (c) lumbalgia crónica (cuando el dolor lumbar persiste por más de 12 semanas), existiendo también (d) un dolor lumbar recurrente (se caracteriza por la aparición de clínica compatible con lumbalgia después de haber estado 6 meses o más sin presentarla).

 

Según el posible origen del dolor lumbar, se puede clasificar en: (a) dolor lumbar no específico (dolor en el que no se encuentra una causa aparente); (b) dolor lumbar asociado a radiculopatía o lumbociatalgia (dolor lumbar con irradiación a alguna de las dos extremidades inferiores); (c) dolor lumbar secundario (con causas tales como infecciones, tumores, enfermedades inflamatorias como la espondilitis anquilosante, fracturas, síndrome de la cauda equina, etc.). (Valle & Olivé, A., 2000)

 

El lumbago puede presentarse en forma de dolor agudo, debido principalmente a lesiones infecciosas, traumáticas, a esfuerzos leves o moderados, etc., o en forma de dolor crónico, de naturaleza más compleja, de más larga duración (a partir de los 3 meses), o que persista, una vez resuelta la lesión (Penzo, 1989). Siendo una de las principales diferencias entre la lumbalgia crónica y el lumbago agudo, en que, en la primera lumbalgia crónica, los factores cognitivos, emocionales, comportamentales y sociales adquieren una especial importancia en el mantenimiento del dolor.

 

Atendiendo a factores etiológicos, la causa específica de la mayoría de los dolores lumbares (tanto agudos como crónicos), son las alteraciones de las diferentes estructuras que forman la columna vertebral, como ligamentos, músculos, discos vertebrales y vértebras, que puede deberse a múltiples factores como: traumatismos, un esfuerzo excesivo, una mala postura, debilitamiento muscular o sobrecarga mecánica, entre otros. Sin embargo, el dato más destacable en cuanto a su etiología es que muchos casos de dolor lumbar se atribuyen a una causa inespecífica.

 

El dolor lumbar inespecífico (M545), padecimiento de alta incidencia y baja efectividad terapéutica, se define como un dolor más o menos intenso, que modifica su intensidad en función de las posturas y la actividad física, se acompaña de dolor con el movimiento y puede asociarse o no a dolor referido o irradiado. El diagnóstico de lumbalgia inespecífica implica que el dolor no se debe a fracturas, traumatismos o enfermedades sistémicas y que no existe compresión radicular demostrada ni indicación de tratamiento quirúrgico.

 

El dolor lumbar sigue un patrón de curso episódico marcado por periodos de remisión y de exacerbación. Por ello, su recuperación o mantenimiento y cronificación no solo dependen de factores físicos, sino también, de factores psicológicos, como la evitación de la actividad diaria y el miedo al dolor, pues ciertas actividades, lugares o posturas son evitadas por el paciente para prevenir la aparición o agravamiento del dolor, conducta que se califica como indicio de discapacidad, y es consecuencia de un conjunto formado por la historia personal de dolor y las estrategias de afrontamiento. Es el modelo de miedo – evitación que provoca una percepción exagerada del dolor con la consecuente adopción de una respuesta evitativa por el paciente, la que genera el círculo vicioso.

 

El dolor lumbar tiende a reducirse, en un primer momento, con el reposo y la inactividad. Por ello, se da un primer bucle que va a ayudar a su cronificación, pues las actividades diarias (tanto laborales como sociales) se ven reducidas y con ellas un buen número de actividades placenteras y reforzantes para el paciente, lo cual facilita la focalización de la atención al dolor, lo que a su vez incrementa su percepción y aumenta su miedo al mismo. Igualmente, la reducción en el grado de movilidad influye negativamente, produciendo a la pérdida y atrofia de masa muscular, dificultando la recuperación y aumentando el dolor.

 

Desde este primer bucle, al persistir el dolor, se entra en un segundo bucle donde las constantes conductas de evitación del dolor que aumentan su percepción al focalizar la atención sobre éste, aumentan el miedo al mismo y con él aparecen estados emocionales negativos (ansiedad, síntomas depresivos, etc.), que a su vez exacerban el dolor (Gómez & Méndez, F., 1999) (Casado & Urbano, M., 2001) (Redondo, Miguel - Tobal, J., & Pérez, M., 2007) y aumentan el deterioro psicológico, inhibiendo los procesos de recuperación.

La radiculopatía, por su parte, se refiere a la pérdida o disminución de la función sensitiva y/o motora de una raíz nerviosa, misma que se encuentra distribuida en un dermatoma específico, convirtiéndose así, para el caso que aquí nos incumbe, en una causa común de dolor o debilidad en la espalda baja y extremidades inferiores. El dolor de tipo radicular inicia a nivel de la columna y se irradia a una extremidad o, mejor dicho, al territorio inervado por dicha raíz nerviosa.

 

Este dolor puede exacerbarse al toser, estornudad, por la contracción de los músculos abdominales, al sentarse o ponerse de pie y generalmente disminuye en el reposo o en posición de decúbito dorsal, aunque existen excepciones. El dolor puede aumentar en aquellas posturas en donde el nervio o la raíz nerviosa propiamente se estiran, por ejemplo, en posición sentada, en la cual las raíces L5 y S1 se ven afectadas, siendo los niveles L4 – L5 y L5 – S1, unos de los sitios de compresión o daño a las raíces nerviosas más frecuentes, por ser éstas unas de las zonas de la columna vertebral que presentan mayor movilidad.

 

En la radiculopatía lumbo sacra, el compromiso nervioso se puede reconocer por la presencia de ciática y/o pseudo claudicación, sintomatología caracterizada por parestesias o adormecimiento, alteraciones en la fuerza muscular o de reflejos tendinosos. (Jiménez, 2011)

 

El paciente típico de una hernia discal lateral, que comprime una raíz (con prevalencia general en los discos L4 – L5 y L5 – S1), refiere un dolor que comienza en la zona lumbar (precediendo varias semanas a la aparición de la radiculalgia), irradiado distalmente a la extremidad inferior homolateral por el dermatoma correspondiente. El dolor, como arriba se señaló, es agudo, a veces muy intenso, que empeora con los movimientos del raquis lumbar, con cualquier maniobra que aumente la presión intraespinal (tos, estornudo, etc.), y al permanecer de pie o sentado durante largos periodos, y mejora con el reposo en la cama. En ocasiones, el dolor se localiza solo en la pierna, sin lumbalgia, y resulta difícil convencer al paciente que el dolor emana de un problema lumbar. Las parestesias en la zona álgica y especialmente en el pie son frecuentes y tienen interés para conocer la raíz afectada. La pérdida de fuerza y la abolición de los reflejos osteotendinosos pueden ocurrir en los miotomos correspondientes. (Comuñas, 2000)

 

Por su parte, un espolón calcáneo es una consecuencia ósea pequeña, producida cuando hay una espícula ósea o una consecuencia ósea pequeña (una calcificación o excrecencia ósea puntiaguda), formada en el hueso calcáneo (la parte inferior del hueso del talón).

 

El espolón en la parte posterior del talón se asocia a menudo con la tendinitis de Aquiles, mientras que los espolones de la planta se asocian con la fascitis plantar (constituyendo un cuadro cronificado del proceso inflamatorio de la inserción de la fascia plantar en la tuberosidad posterior del calcáneo).

 

El dolor en la región de la tuberosidad medial del calcáneo (conocido técnicamente como talalgia) que aumenta en intensidad tras la actividad laboral, deportiva o por otras causas, se manifiesta en dolor (punzante e intenso, como si se estuviera pisando una pequeña piedra o un clavo), cuando se palpa en la región inferior del talón, la región antero medial del calcáneo y/o a lo largo de la fascia plantar. El dolor se incrementa con la dorsiflexión forzada del pie y de los dedos, con la extensión de la rodilla al tensar la aponeurosis plantar y al caminar sobre las puntas de los dedos. Las radiografías simples del pie suelen ser útiles, para verificar si los pacientes con dolor plantar tienen un espolón en la radiografía.

 

Los principales síntomas del espolón calcáneo son dolor, inflamación e imposibilidad para caminar. El dolor es más intenso con los primeros pasos de la mañana o tras un periodo de reposo y disminuye su intensidad tras un tiempo caminando. Se exacerba con la flexión dorsal de los dedos y al ponerse de puntillas, pudiéndose irradiar a todo el pie y a los dedos. La tuberosidad medial del calcáneo es extraordinariamente sensible a la palpación. Se describe clásicamente como un dolor de instauración lenta, pero gradualmente progresivo que se localiza en el lado interno del pie. Cuando el dolor es muy intenso, el paciente es incapaz de permanecer de pie apoyando el talón y sobrecarga la parte anterior del pie, generando un efecto negativo en la función del pie y en la calidad de vida del paciente. (Guillén, 2013)

 

Nótese que, con este enfoque, se puede presentar la situación al juez, de manera efectiva y, ante todo, comprensible, permitiéndole entender con facilidad la información que, en la historia clínica, puede que no resulte precisamente fácil de deducir o entender.

 

Hasta una próxima oportunidad,

 

Camilo García Sarmiento


 

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